Pablo Prieto habla de Libia y de sus jugadores con nostalgia y con un inconfundible acento gallego. La revuelta en el país magrebí ha finalizado con el derrocamiento de Gadafi y el esfuerzo del pueblo libio por volver a la normalidad, trabajo que puede apreciarse hasta en el detalle más nimio, como la entrega de 15 jugadores de Fútbol Sala que se han seguido entrenando a pesar de convulsa situación que ha vivido su país. www.lnfs.es ha hablado con el hombre que los dirigió hasta el pasado 23 de febrero, cuando tuvo que volver a su Ferrol natal, Pablo Prieto. Ahora, el técnico español ha comenzado los trámites para regresar en los próximos días y retomar la preparación de la selección del fútbol sala en Libia.
El entrenador no habla de lo que vivió en Libia hace meses, ya ha llovido bastante y sobre todo, ya ha hablado bastante sobre esa experiencia. Pablo Prieto mira hacia el futuro: “Desde que la guerra acabó, hablo con los jugadores a diario” confiesa un Prieto con una voz velada entre la memoria y el cariño.
Esa constancia no ha tenido fin en Prieto. Además de seguir mandando entrenamientos programados para realización de sus jugadores, el gallego confiesa: “tengo mucho aprecio por esa gente. Un jugador me dijo que había perdido a su hermano en la guerra, tenemos una relación muy emotiva. Es normal también que reciba mensajes de mis jugadores preguntando por cómo me va en España por mi estado personal. Me apetece mucho volver a verles”.
En este sentido, el entrenador español ha solicitado el visado para viajar en los próximos días a Túnez desde donde viajará en coche hasta Trípoli. “A través de mi traductor he sabido que ya hay un nuevo responsable en el Comité Nacional de Fútbol Sala libio quien ya se han puesto en contacto conmigo para que trabaje con ellos. El anterior contrato me relacionaba con la Selección Libia hasta el 31 de diciembre, pero el acuerdo está roto a nivel económico, ya que a nivel deportivo he seguido mandando entrenamientos y plannings. El equipo ha seguido entrenando y lo hace de manera periódica, el cien por cien ya se vuelve a ejercitar, en total doce jugadores de pista y tres porteros”.
Pero entre medias de las relaciones personales y del trato diario, aparece las dificultades profesionales, sombras ahora del pasado de Pablo Prieto: “Gente como Mario Naves, Castellanos o Andrés Sanz o yo mismo hemos vivido una travesía difícil en el país”. Haciendo un fugaz ejercicio de memoria el técnico manifiesta que tras su llegada y con el paso de las semanas “nos fuimos acostumbrando a su forma de trabajar y ellos acoplándose a nosotros y nuestro métodos. Por eso quiero agradecer el trabajo de mi equipo, su esfuerzo de cara a unas metas ansiadas por todos, clasificarnos para la Copa del Mundo y no sólo ser un referencia dentro del Fútbol Sala africano, sino acercarnos a las grandes potencias de este deporte”.
A menudo, las metas y los sueños requieren de un convencimiento previo. Sólo se gana si se piensa que se puede ganar: “Noto a mis jugadores sin presión, más felices por volver a una dinámica de entrenamientos diarios. En Libia no hay liga, así que los jugadores del equipo nacional se entrenan como si fuera de un club. Me dicen que tienen ganas de conseguir objetivos superiores. En Libia se comenta que va a ser complicado llegar a un gran nivel por el entorno que rodea al país, pero yo solo puedo decir que su selección tiene unos jugadores sensacionales”. El primer paso para recuperar la normalidad en el fútbol sala libio será la disputa de dos partidos amistosos contra Túnez. El primero, el 31 de octubre en Bengasi. El segundo, el 4 de noviembre en Misrata. [Prensa LNFS]
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