El ilusionante EuroRayo

Si me pongo a hablar sobre que en la UEFA 2000-2001 un modesto equipo español enamoró en Europa, rápidamente se pensaría en el Deportivo Alavés, que fue subcampeón. Pero esa misma temporada hubo un segundo humilde conjunto español que se metió entre los 8 mejores de la Copa de la UEFA, junto a Liverpool, Barcelona, Celta, PSV, Kaiserslautern, Oporto y Alavés. Ese fue el Rayo Vallecano.

Como cada verano en el año 2000, el Rayo Vallecano vivió una revolución en su plantilla, Juande Ramos, técnico de los madrileños veía como se le marchaban 12 jugadores y llegaban 14 nuevos componentes a la plantilla, destacando por encima de todos el bosnio Bolic del Fenerbahce y Quevedo del Sevilla. Aun así el ciudadrealeño vio como continuaban jugadores importantes como los metas veteranos Keller y Lopetegui, el capitán Cota; los jugones como Michel, Pablo Sanz y Luis Cembranos; y el goleador Bolo. Michel, Bolo, Bolic y Luis Cembranos demostraron su calidad marcando con asiduidad en la competición continental.

La clasificación del equipo madrileño para la UEFA llegó mediante una invitación de la FIFA por Fairplay, y es que los franjirrojos eran uno de los equipos más limpios de Europa. Su única participación en competición continental arrancó el 10 de agosto en Andorra, donde los madrileños se impusieron por 0-10 al Constel.lació Esportiva, el primer once del Rayo en Europa fue Keller, Alcázar, De Quintana, Quevedo, Mingo, Glaucio, Poschner, Luis Cembranos, Michel, Bolic y Bolo; Michel máximo goleador del Rayo en 1ª fue el encargado de marcar el primer gol a los 13 minutos, aunque Bolic con 4 goles fue el principal protagonista. A destacar que pese a ser fuera de casa, el Rayo estuvo acompañado de muchos aficionados, casi unos 400.

14 días después, en un partido sin historia, el Rayo se impuso 6-0 a los andorranos en el encuentro de vuelta celebrado en el estadio Teresa Rivero, con un bagaje de 16-0 el conjunto vallecano pasaba la ronda previa en entraba en la Primera Ronda de la Copa UEFA, su rival sería el Molde noruego.

El 14 de septiembre, el Rayo asaltaría la tierra nórdica con una victoria por 0-1 gracias a un remate de tacón de Bolo a los 15 minutos. En el encuentro de vuelta, el Rayo mereció cerrar antes la eliminatoria, ya que perdonó muchas ocasiones, aun así se logró adelantar por medio del gol de Michel de penalti, aunque el gol a 15 minutos del final de Hulsker dejaba la incertidumbre, ya que un tanto más eliminaba al Rayo, pero ese gol no llego.

En la siguiente ronda su rival sería el Viborg danés, en la ida los de Juande Ramos controlaron a su rival, pero se les echó en falta más hambre de cara a atacar, además Michel falló un penalti, pese a todo el Rayo se llevó la victoria por 1-0 gracias al gol de cabeza de Quevedo. En el partido de vuelta en el Silkeborg Stadium los vallecanos tuvieron que sufrir, y es que los daneses igualaron rápido la eliminatoria gracias a gol de Fernández; Michel consiguió la igualada a 15 minutos del final justo tras la expulsión de un jugador local, pero de nuevo Fernández marcaba haciendo que los últimos minutos tuvieran mucha emoción, los daneses con 10 rondaron el gol, pero no acabó llegando y el Rayo pasó gracias al valor doble de los goles fuera de casa.

En dieciseisavos su rival fue el Lokomotic de Moscú, en la ida los de Juande Ramos salieron vivos de Rusia tras empatar a 0, todo quedaba para Vallecas. En el Teresa Rivero, con apagón incluido, los goles de Bolic a pase de Michel y Alcázar llevaban a los franjirrojos a la siguiente ronda.

En Octavos se enfrentaban al Girondins de Burdeos de Dugarry y Pauleta, el encuentro de ida en Madrid fue el mejor partido de los rayistas, a 15 minutos del final el resultado era de 1-1; pero entonces un doblete de Quevedo y una falta de Michel en el descuento llevaron la alegría y la fiesta a una grada que celebraba un resultado más que inesperado. En la vuelta en Francia la emoción duró 20 minutos, hasta la expulsión del meta Ramé, Luis Cembranos de penalti cerró la eliminatoria definitivamente, aun así el Rayo luchó para conquistar Burdeos y volverse con la victoria por 1-2 gracias al gol en el segundo tiempo de Bolo.

En la siguiente ronda, los dos equipos modestos de la competición se enfrentaban, en una ronda donde estaban el Barcelona, Celta, Oporto, Liverpool, Kaiserslautern y PSV. El Alavés venció 3-0 en Mendizorroza acabando con las ilusiones de los de Vallecas, aun así el Rayo se despidió de la competición con una victoria estéril por 2-1 en la vuelta, gracias a los goles de Quevedo y Luis Cembranos de penalti.

Aquel fue el punto y final a la marcha del Rayo por Europa, un equipo humilde que compitió de tú a tú frente a cualquier rival que tuvo enfrente, que ilusionó a esa numerosa afición franjirroja que espera alguna vez volver a vivir momentos como los que ocurrieron en los años 2000 y 2001, mientras tanto se conforman con animar semana tras semana para que el Rayo, entrenado actualmente por Paco Jémez logre la salvación.